¿Sabías que…? 10 mitos sobre los problemas alimentarios

Todo lo que respecta al autoconcepto y autoestima, autoimagen y cuidado personal, alimentación y hábitos,… son cuestiones de mi trabajo que me apasionan. Entre otras cosas, me he formado mucho en las problemáticas que las rodean y aún me sorprendo al observar la información que hoy día manejamos o se manejan desde ciertos servicios. Hoy te quiero hablar de manera concreta de los problemas alimentarios, conocidos como Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA),  Anorexia y/o Bulimia principalmente.

Vídeo Reportaje Antena3 Bulos sobre la Bulimia y Anorexia

Foto – Reportaje Antena3 Bulos sobre la Bulimia y Anorexia.

 

 

Vamos a aprovechar este espacio para poder hablar más detenidamente sobre esos bulos o información desactualizada acerca de estas problemáticas. Hoy desmonto 10 mitos frecuentes.

 

 

 

 

 

  • Mito 1: Los problemas alimentarios afectan solo a mujeres. –> Falso.

La prevalencia en mujeres es mucho mayor que en hombres, pero también ellos pueden encontrarse ante este tipo de problema. Sin embargo, no hay que perder de vista que a nivel social es tradición que el cuerpo e imagen de la mujer haya sido y siga siendo controlado por normas mucho más rígidas. Estar fuera de estas conlleva consecuencias muy aversivas para las personas (como el rechazo de los demás, la crítica,…).

Las modas en cuanto a la forma que ha de tener nuestro cuerpo (en mujeres normalmente cuerpos delgados, fibrosos, sin mucho volumen,… en hombres cuerpos musculados, grandes,…), a la manera de alimentarnos (ofreciéndonos un tipo de alimentos que paralelamente se demonizan), la ropa y sus tallajes (cada vez más reducidos), los tratamientos estéticos, las dietas “milagro”… contribuyen constantemente a dejar “fuera de lo aceptado” a un gran espectro de la población y a generar nuevas normas rígidas acerca de lo que es válido.

En este mundo que engloba un gran mercado no sólo tienen cabida las mujeres sino que cada vez más los hombres forman parte de este engranaje, aumentando en número.

 

  • Mito 2: Los problemas alimentarios solo se dan en personas jóvenes. –> Falso

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La adolescencia es un periodo en el que tienen lugar multitud de cambios, en nuestro cuerpo, respecto a nuestra madurez psicológica y muchas veces entre nuestros iguales. Por tanto, en ese intento de adaptación a los cambios es más probable que las personas puedan presentar ciertas dificultades, entre ellas pudiendo dar lugar a un problema de la conducta alimentaria.

Sin embargo, al igual que otras problemáticas psicológicas, esta también puede darse en otras etapas de la vida, no siendo algo exclusivo de los jóvenes.

Aunque la adolescencia sea un periodo crítico en el que este tipo de problemas suelen tener lugar con mayor probabilidad, esto puede ocurrir en muchas otras etapas.

 

  • Mito 3: Los problemas alimentarios son problemas de madurez psicológica, una “chiquillada”. –>Falso.

A menudo, ante la incomprensión de la conducta del otro y lo que eso nos hace sentir, las personas tendemos a buscar el porqué y entrar a valorar si nos parece bien, mal, adecuado,…

Los problemas alimentarios son complejos, llamativos y a menudo conllevan mucha preocupación y frustración para las personas allegadas. Esto provoca que en ocasiones se tilde de lo que no es, “una chiquillada o un capricho”. Sin embargo, nada tiene que ver con eso sino que se trata un problema psicológico que la persona sufre. Entrar a valorarlo de esa manera solo hace que la persona se sienta incomprendida y sola.

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  • Mito 4: Un problema alimentario es una enfermedad mental. –> Falso.

A pesar de los avances de la ciencia del comportamiento humano y su aplicación a la Psicología, que permiten explicar fenómenos tan complejos como el sufrimiento humano y controlar el cambio conductual ante las problemáticas psicológicas, el modelo biomédico tradicional sigue siendo el modelo imperante en salud. En este, los problemas psicológicos son conceptualizados como trastornos/enfermedades, a menudo localizados en el cerebro y en el constructo “mente”.

Sin embargo, ya sabemos que se ha tendido a estigmatizar y medicalizar prácticamente cualquier problema que atiende al sufrimiento humano, a lo cotidiano. No por ello menos graves o importantes, lo cierto es que los problemas de conducta alimentaria son problemas psicológicos y no enfermedades, que no tienen localización en ninguna parte de nuestra biología (aunque puedan afectar enormemente al deterioro del organismo), que cumplen una serie de funciones y se dan en un contexto.

 

 

  • Mito 5: La medicación es necesaria para el proceso de intervención en problemas alimentarios. –> Falso.

Continuando la explicación del mito anterior, por tanto, la intervención de estos problemas ha de ser psicológica. Con frecuencia son problemas a los que se tienden a asociar medicación, cuando los estudios no han podido demostrar su eficacia como para justificar esta pauta.

En la actualidad, no existen fármacos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) de EEUU para el tratamiento de AN. Tampoco se dispone de evidencia científica que apoye la efectividad del tratamiento farmacológico como una estrategia de primera línea en el manejo de pacientes con AN”

A pesar de que en ciertas circunstancias pueda estar justificado el apoyo farmacológico en el proceso de intervención, no suele ser un tratamiento eficaz para este tipo de problemáticas. La terapia psicológica basada en evidencia científica ha de ser el tratamiento de elección.

 

  • Mito 6: El tratamiento en problemas alimentarios debe darse a nivel familiar. –> Falso.

Suele resultar de gran ayuda poder intervenir con las personas allegadas, en cualquier tipo de problemática psicológica.

En los problemas alimentarios, debido a que comer es una conducta que realizamos varias veces al día y a menudo en familia, en pareja… resulta de gran ayuda poder contar con la comprensión y el apoyo de estas personas.

Sin embargo, no es ningún requisito en los casos en los que no se presta esa colaboración o la persona que acude a consulta no da su consentimiento a ello.

 

  • Mito 7: Los TCA son problemas que únicamente se centran en la relación conflictiva con la comida y el peso. –> Falso.

problemas_alimentarios_intervencion_madridA menudo la conducta más visible y problemática suele ser comer, y la preocupación excesiva o miedo a engordar. Sin embargo, muchas veces hay otro tipo de implicaciones más allá de lo que el nombre nos señala: otros miedos, necesidad de control, dificultad en las relaciones sociales, autoestima, ansiedad, vivencias traumáticas, falta de gestión emocional…

Va a ser fundamental poder realizar un buen análisis de lo que está ocurriendo para poder intervenir en todo lo que sea relevante y mantenga el problema, a veces y “paradójicamente”, no necesariamente focalizado en la comida o el peso.

 

  • Mito 8: Los TCA precisan de una etiqueta diagnóstica para poder intervenir. –> Falso.

Un nombre clínico solo describe características de un comportamiento, pero no explica qué función cumple ni nos da detalle de cuál es el verdadero problema, por lo que no es un requisito ni tiene por qué ser de ayuda. Lo que sí va a ser vital, como decíamos en el mito anterior, es un buen análisis funcional de la conducta y una intervención conductual actualizada y basada en la evidencia científica.

 

  • Mito 9: Todas las personas que tienen un problema alimentario están muy delgadas o tienen sobrepeso. –> Falso.

Es cierto que en casos avanzados tendemos a poder observar personas con muy bajo peso o sobrepeso, en función de la problemática. Sin embargo, hay un gran espectro de las personas afectadas con normopeso y sin embargo ese dato no nos está indicando su estado nutricional ni de salud. De nuevo, esto sería dejarnos llevar por la forma de la conducta y no por su función. Por tanto, a pesar de ser un dato que nos da información, no lo hace de manera precisa ni tan significativa como se tiende a pensar.

 

  • Mito 10: Quien tiene un problema de Anorexia o Bulimia lo tiene para siempre, es crónica. –> Falso.

Al igual que muchos problemas psicológicos, se tiende a pensar que uno siempre va a convivir con ellos y no tiene por qué ser así. Los problemas alimentarios, pese a su complejidad, son problemas que con ayuda de una adecuada intervención psicológica, se superan y normalizan. cambio_ terapia

 

 

 

Artículo publicado originalmente en la web de Nexo Psicología Aplicada.

 

Gaete P.María VerínicaDra.12López C.CarolinaPS. Phd13Matamala B.MarcelaDra.1, (2012), Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes y jóvenes:Parte II. Tratamiento, complicaciones médicas, curso y pronóstico y prevención clínica. Revista Médica Clínica Las Condes.

López, E. y Costa, M., (2014), Los problemas psicológicos no son enfermedades, Papeles del Psicólogo, 2015. Vol. 36(1), pp. 77-80

https://www.uoc.edu/portal/es/news/actualitat/2018/288-trastornos-alimentarios.html